Uno de los puntos de partida es conocer cómo va a ser utilizado el emprendimiento, si se pretende construir para uso del propietario o si se realizará con fines de inversión.

Luego, considero el proyecto no solo en términos CUANTITATIVOS (metros cuadrados), sino en términos CUALITATIVOS, es decir, el estilo arquitectónico, el sistema constructivo, las características visuales, la relación con el entorno, el uso de materiales, texturas, colores, proyecciones a futuro, etc. Muchas veces reviso imágenes en internet o en publicaciones de arquitectura que puedan disparar ideas aplicables al proyecto. Siempre me acompaña música especial en esos momentos.

Esa creatividad generalmente viene sustentada por una serie de preguntas que realizo a los futuros usuarios del emprendimiento, en este caso, les dejo un link dentro de mi web para que vean un ejemplo de las preguntas que realizo a mis clientes y que son fundamentales para comenzar a diseñar. 

https://pablolozano.com.ar/factores-fundamentales-para-comenzar-un-proyecto/

Aquí es cuando interviene mi proceso de inspiración porque me gusta que cada proyecto pertenezca a cada cliente, a un momento y un a un lugar, entonces cada intención es diferente y un desafío nuevo, donde la creatividad es un aspecto fundamental en el que debo enfocarme.